

Declarado el Monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de la Defensión Monumento Nacional en 1866 y considerado como el más importante de la provincia, se encuentra situado a cinco kilómetros del casco urbano de Jerez en una colina en la margen derecha del río Guadalete.
Fue fundado el 3 de mayo de 1453 por Álvaro Obertos de Valeto, eligiéndose la ubicación donde existía una ermita levantada a Nuestra Señora de la Defensión por haberse librado allí, en 1368, la Batalla del Salado.
A la entrada del recinto se levantó un amplio porche renacentista, donde se observa una clara estructura de arco del triunfo tetrástilo y un vano central de medio punto, que alberga en un hueco menor dos hojas de madera tachonadas en bronce. Fechada en 1571 y construida por el arquitecto jerezano Andrés de Ribera, está sobriamente compuesto y decorado con escudos, florones, ventanas caladas y semiesferas de cerámica vidriada.
La fachada de la iglesia está pensada como retablo de piedra y se compone de tres cuerpos, el primero, con un basamento decorado con temas florales, con cuatro columnas corintias pareadas y dos pilastras a los laterales rematando, siendo el hueco de acceso adintelado y con entablamento semicircular. El segundo cuerpo, más estrecho, cuenta con cuatro columnas pareadas corintias y un rosetón retranqueado respecto a la fachada teniendo un marco rectangular, superiormente rematada por un entablamento semicircular dividido. La decoración de las pilastras y frisos y la superposición de jarrones y el remate del tercer cuerpo superior más reducido, hacen de esta fachada un singular elemento del barroco andaluz.
El patio prioral, conocido también como patio de los Jazmines, y el renacentista claustro de los Legos, hacen de este conjunto uno de los símbolos más representativos de la monumentalidad que existe en Jerez.
Leave a Reply